Para anunciar que se tomarán medidas que mejoren el bienestar de los ciudadanos, siempre los primeros; para llevar a cabo esas medidas, siempre los últimos.

Este es el fácil resumen que se podría hacer de la gestión del gobierno municipal, no solo durante esta última y desgraciada etapa si no también durante el primer año de gobierno de la ciudad.

Prueba de ello es la gestión del teletrabajo en el Ayuntamiento de Segovia. Hace casi dos meses el grupo Ciudadanos se preocupó por la organización del teletrabajo del personal del Ayuntamiento, haciendo hincapié en la necesidad de diseñar y planificar un plan de actuación, no solo para el periodo del estado de alarma, si no para los siguientes meses que vendrían por delante.

Por varias razones: no sólo para sacar adelante el trabajo durante el confinamiento, sino para responder a la necesidad que tendrían los trabajadores de teletrabajar debido a que llegarían momentos complicados para la conciliación y para la seguridad sanitaria de todos cuando se volviera a la ‘nueva normalidad’.

El equipo de gobierno se vanagloriaba de las medidas tomadas y presumía de que todo estaba bajo control y, a consecuencia de esa respuesta, pedimos conocer resultados y detalles de los distintos departamentos. Detalles que nunca conocimos.

A partir del lunes, todo el personal del Ayuntamiento de Segovia tendrá que volver a sus puestos de trabajo debido a que esta corporación no tiene preparado, entre otras cosas, algo tan básico como un reglamento para teletrabajar. Algo que sí tienen otras ciudades españolas como, por ejemplo, nuestra vecina Ávila.

Resulta sorprendente como desde las instituciones se pide a la ciudadanía, en general, y a los empresarios y trabajadores, en particular, ciertos esfuerzos y responsabilidades. Sin embargo, desde el Ayuntamiento, la institución más importante de la ciudad y más cercana a la ciudadanía, “se lo pasan por el forro” como dirían en mi tierra. Un hecho que llama especialmente la atención cuando, desde el Gobierno central, se ha permitido a los funcionarios de las administraciones teletrabajar cuatro días por semana.

La pasividad del equipo de gobierno empujó al Grupo Municipal de Ciudadanos a lanzar preguntas tan sencillas como ¿en qué secciones y departamentos será posible el teletrabajo de aquí en adelante? ¿Existe un estudio hecho de las posibilidades del trabajo telemático? ¿Se han analizado las posibles alternativas cuando se empiece a aplicar con los responsables de informática y de cada departamento?

Preguntas que no tenían otro fin que estar preparados para este momento. Y, desgraciadamente, cuando ha llegado la hora de la verdad, el equipo de gobierno se presenta una vez más con los deberes sin hacer.

Es responsabilidad del Gobierno municipal preservar el buen hacer, la salud y promover las medidas necesarias para conciliar la vida laboral y personal, por un lado y, por otro, evitar la movilidad a los puestos de trabajo siempre cuando sea posible en esta nueva normalidad que nos toca vivir. Deben ponerse a trabajar en ello sin falta porque, además, desde la oposición se les tendió la mano para hacerlo.

El día de la toma de posesión, la alcaldesa, Clara Luquero, dijo algo que a mí concretamente me pareció muy oportuno y acertado por su parte. “También se hace ciudad desde la oposición”. Así es, señora Luquero. Ahora solo falta que alguna vez la escuche, y que no sea siempre la primera en decirlo y siempre la última en cumplirlo.