Seguridad

Desde hace bastantes años, ya lustros incluso, se vienen reclamando mejoras en las condiciones del trazado y la seguridad de las carreteras de nuestra provincia, y en particular de la comarca. Las deficiencias y necesidades son notorias, ya sea en la carretera autonómica que une Cuéllar con Íscar, la carretera provincial que enlaza Frumales con Campaspero o la pista forestal que va de Zarzuela del Pinar a la autovía de Pinares.

Tanto los vecinos a título individual, o a través de manifestaciones espontáneas, de colectivos o de formaciones políticas, han reivindicado estas mejoras durante años y años, recibiendo la callada por respuesta por parte de la Administración.

Es indignante ver como las soluciones llegan a medias y exclusivamente cuando rondan periodos electorales. Este es el ejemplo, concretamente de la CL-602. Se han pedido durante años todo tipo de medidas para incrementar la seguridad de los viandantes y reducir los accidentes: pasos elevados, reductores de velocidad de todo tipo, incluso semáforos…Ahora, a escasos meses de los comicios locales y autonómicos, optan por sancionar a los infractores, pero ni rastro de una mejora real de las medidas de seguridad. Así ha ocurrido con la ubicación de radares de tramo en San Cristóbal y Mata de Cuéllar. Yo me felicito por ello –al igual que los vecinos de estos pueblos– porque con toda probabilidad reducirá la siniestralidad de la zona, pero es triste que la seguridad quede en manos de un puñado de votos, primando los intereses electoralistas sobre el interés general.

Por ello es vital reforzar la seguridad vial en positivo y sin mero afán recaudatorio, mejorar el trazado de las carreteras, la señalética e iluminación, reduciendo de este modo los graves accidentes registrados en los puntos negros de la provincia. Aspiramos a alcanzar la igualdad, sin tener ciudadanos de segunda.

Noemí Otero