Terminó 2018 y es un buen momento para hacer balance de un año con profundos e importantes cambios en nuestro país. ¿Quién nos iba a decir que  el PP sería desalojado del Gobierno de España a través de una moción de censura del PSOE apoyándose en separatistas y populistas? ¿Quién habría vaticinado que los andaluces dirían con tanta contundencia “basta” a 36 años de régimen socialista?

En este mundo globalizado en el que vivimos, cualquier acontecimiento o cambio nos afecta ¡y de qué manera! Aunque es cierto que solemos dar más importancia a lo que ocurre a nuestro alrededor por vivirlo de un modo más cercano. 

¿Ha sucedido algo en Segovia digno de reseñar -algún proyecto que nos haya ilusionado o anhelásemos especialmente- o por el contrario, continúan pasando los meses sin pena ni gloria, con los problemas de siempre sin resolver y enredados en batallas estériles?

Desafortunadamente, Segovia se encuentra inmersa en una etapa de profunda crisis y depresión ante la falta de proyectos de calado para nuestra tierra y una ausencia total de liderazgo real y efectivo por parte de los dirigentes locales. Es un hecho que se encuentran acomodados, apáticos y pensando únicamente en su futuro personal y no en el progreso común, ante los malos presagios que se ciernen sobre ellos una vez lleguen las próximas elecciones municipales y autonómicas. 

Las obras en Segovia capital se hacen eternas y mal. Ahí tenemos la SG-20 prácticamente dormida, primero con el PP y ahora con el PSOE. Y mientras el casco urbano, atascado con interminables colapsos por toda la ciudad, el desastre de gestión del Parking de José Zorrilla o la Avenida de la Constitución, que se hunde un día sí y uno no, la Avenida Padre Claret  donde  los baches son ya parte del trazado de la vía o la calle San Juan que lleva cerrada seis meses y seguimos esperando. Y qué decir del Plan de Asfaltado de 2018, sin terminar de ejecutar con el año acabado, al igual que varias obras de cambio de tuberías del “famoso” fibrocemento. El eterno PEAHIS, ya lleva una década de retraso, obsoleto antes de entrar en vigor. Añadimos los millones tirados en sentencias condenatorias por la mala gestión municipal de PP y PSOE, viejo bipartidismo que suma y sigue, lo que impide numerosas inversiones tan necesarias para Segovia. Los grandes contratos de la ciudad de Segovia llevan años de retraso –el retraso, marca Luquero– así pasa con los autobuses urbanos, la recogida de basuras o la ORA. Todo parece indicar que estarán resueltos coincidiendo con el final de la legislatura para tratar de confundir a los ciudadanos. 

El resumen de la pésima situación, como consecuencia de un PSOE municipal agotado, roto y sin rumbo –recordemos los tres portavoces en tres meses- sin proyectos ni respuesta a los grandes retos de la ciudad, con problemas que se amontonan encima de la mesa sin solución y trabajando a golpe de improvisación.

En cuanto a la provincia, más de lo mismo, la Diputación se ha convertido en una administración al servicio del PP los últimos 30 años. Institución acomodada, con un gravísimo clientelismo político tupido a lo largo de tres décadas, donde los grandes temas provinciales siguen sin resolverse como Segovia 21 –maquillada con un cambio de nombre para hacerla pasar desapercibida- un palacio de congresos paralizado y la despoblación galopante que avanza de forma inexorable por falta de servicios dignos y  medidas efectivas que fijen población a través de la creación de  puestos de trabajo.

Pero seamos optimistas, en pocos meses esto será cuestión del pasado, nos espera un gran futuro por delante. Si bien es cierto que hay una gran labor por hacer, es fundamental volver a ilusionar a todos los segovianos con nuevos  proyectos y actores que desarrollen e impulsen la provincia y a los segovianos hacia metas ambiciosas y símbolo de prosperidad. Es vital poner en valor nuestras fortalezas, mirando al futuro con optimismo y de manera proactiva, siendo conscientes de la sociedad, tan diversa y cambiante. Tenemos que estar muy atentos a esos cambios y anticiparnos. Segovia cuenta con posibilidades,  ideas y talento suficiente para revertir esta nefasta situación y salir del letargo en el que nos encontramos.  

2019 llega con muchas incertidumbres y pocas certezas, pero en 365 días con tesón, esfuerzo y el cambio que tanto necesita Segovia, -en tan solo un año- habremos conseguido cambiar el rumbo y hacer de Segovia y su provincia un lugar más próspero, más acogedor y donde los segovianos nos sintamos orgullosos de vivir aquí.

 

Alfonso Martín Gómez
Secretario Acción Institucional Cs Segovia