Hay días como el pasado 12 de octubre en que se unen muchos sentimientos, Fiesta Nacional y día
de la Virgen del Pilar, Patrona de la Guardia Civil, y, por esto, quiero compartir una reflexión
sobre nuestras Fuerzas de Seguridad.
El 12 de octubre fue la Fiesta de la Patrona de la Guardia Civil y, el día 2 de este mismo mes, lo
fue de los Ángeles Custodios, Patronos de la Policía Nacional.
Ayer compartí un café con amigos de ambos Cuerpos y hablamos de su actual situación en
nuestra provincia de Segovia.
Quiero mostrar las cuestiones que me trasladan sobre el estado actual de las plantillas con dos
ejemplos de la labor abnegada de estos profesionales:
Hace pocos días, a la una de la madrugada aproximadamente, fui testigo de una
intervención, gracias a Dios sin consecuencias, en la que una pareja de la Guardia Civil se
desplazó 54 kilómetros por nuestras carreteras provinciales para atender un requerimiento.
¿Qué servicio nos protege, fuera de las horas del día, en nuestros campos?, ¿qué riesgos no
corren nuestros Guardias Civiles para atender, en algo más de 30 minutos, una llamada en la
madrugada a medio centenar de kilómetros de distancia?
Nuestra Policía Nacional no realiza menos esfuerzos, la Comisaría de nuestra capital atiende,
con una plantilla mermada en más de un 20%; los servicios de Seguridad Ciudadana, los
traslados de la prisión de Perogordo, las custodias a los penados en el Complejo Asistencial de
Segovia, la atención en la Oficina de Denuncias y, a mayores y no menos importante, la
protección de las víctimas de violencia de género. De hecho, sería inviable con la actual
plantilla atender dos de estos casos de violencia de género al tiempo con las tareas diarias
habituales.
No hay que desdeñar el apoyo que, a la anterior, presta la Policía Local en las labores que le
competen, pero hay funciones que, por su propio carácter y capacidad legal, no puede asumir.
¿La Autoridades, Sub-delegación del Gobierno y los Servicios Sociales del Ayuntamiento, en sus
competencias directas en relación a las víctimas de violencia de género, realizan los esfuerzos
que les corresponden para paliar estas carencias? Carencias que pueden crear, en un perfil
como es el de estas víctimas, una peligrosa indefensión, tan solo paliada actualmente por el
esfuerzo personal y profesional de nuestros Guardias y Policías.
El viernes fue nuestra Fiesta Nacional, el día de la Patrona de nuestra Guardia Civil y, como hice
mención, hace unos días lo fue de nuestros Policías, os dejo una reflexión personal:
Si os encontráis con alguno recordad que, con sus modos y su carácter como personas, cuando
es necesario son ellos y ellas los que nos ayudan y protegen; decidles, sencillamente, gracias y
deseadles un buen servicio, no debemos olvidar que ese servicio lo
prestan por nosotros y, en ocasiones, más allá de lo que el propio deber les exige.
Francisco de Santalla