Estamos acostumbrados a pasear el nombre de Cuéllar y vincularlo a los toros y los encierros. Si bien es cierto que los encierros son parte de la idiosincrasia de la villa, deberíamos darnos cuenta de que lo que realmente hace único a Cuéllar son sus gentes.
Desde siempre, y más en las últimas épocas, Cuéllar ha sido cuna de personalidades relevantes en ámbitos de lo más variopinto. Los cuellaranos son parte de la historia en muy diversos entornos, desde la cultura, el deporte, la política o los negocios.
Por ello, me gustaría dedicar estas líneas a mencionar a personas –donde me dejaré a muchas, sin duda- que contribuyen a que Cuéllar se identifique con el talento.
El ingenio llevó a Dña Alfonsa de la Torre, nuestra literata más ilustre, a posicionarse en lo alto de las letras españolas en una época difícil, en especial para las mujeres. De igual modo lucha entre poemas por encontrar su lugar la joven Sara Balporte. Hablar de toros bien merece mencionar a Javi Herrero que ha culminado su carrera llegando a lo más alto del escalafón; sin olvidar a corredores como Chuchete ¿Y qué decir del orgullo que sentimos todos al ver a Alberto Chester en nuestras televisiones? Esfuerzo, entrega y dedicación de deportistas como Marina Muñoz o Paulino Montero, o nuestros últimos pregoneros: Juan Carlos Gómez Perlado o Rebeca Minguela. La cuellarana más internacional, que nos emocionó en un pregón difícil de olvidar, ha llevado nuestra villa al Foro Económico Mundial de Davos, un ejemplo a seguir. Por último, no se puede obviar la figura de dos grandes políticos: Modesto Fraile y Rafael de las Heras, principales impulsores de la Transición española en Segovia.
Los lugares los hacen las personas, sintámonos orgullosos de nuestra gente, que hace de Cuéllar un lugar singular.
Noemí Otero