La Caja

En escasos días da comienzo uno de los juicios más esperados por todos los segovianos desde hace varios años. El 22 de enero, la que fuera cúpula directiva de Caja Segovia, se sienta en el banquillo para responder presuntamente por los delitos de administración desleal y apropiación indebida.

Casi todas las provincias de Castilla y León han vivido en sus carnes escándalos con sus Cajas, de ahí la ardua labor a la que se ha enfrentado la Comisión de Investigación de las Cajas de Ahorro celebrada en las Cortes de Castilla y León y que ha culminado recientemente. Especialmente dura la tarea de su presidente, Manuel Mitadiel, que se ha enfrentado a la investigación de hechos opacos y que en no pocos casos están siendo enjuiciados por ser posiblemente constitutivos de delito. Además, se ha enfrentado al pacto de no agresión entre PP y PSOE –partidos que manejaron durante años las Cajas–para impedir ahondar en sus miserias.

No cabe duda de que se ha tratado de entidades que, si bien dejaron huella en la sociedad porque sintonizaban con la ciudadanía en cuanto a su espectro social y no lucrativo, han acabado dejando mal sabor de boca para los segovianos a causa de la mala gestión, opaca y sin control de parte de sus directivos

Ahora sabemos que los órganos directivos, tanto Consejo de Administración como Comisión de control, no cumplieron su función de velar por el interés general. Además, debido al carácter extremadamente politizado de estos órganos, se tomaron decisiones atendiendo a pautas políticas lejos de toda profesionalidad de forma arbitraria y con oscuros intereses.

Todos los segovianos nos hemos sentido expoliados en algún modo por quienes fueran los dirigentes de una de los buques insignia de la provincia. ¡Qué caros nos han salido los viajes italianos de Atilano, Escudero, Arahuetes y cía!

 

Noemí Otero